Tuesday, October 31, 2006

La leyenda de Blaorith. Capítulo 2, parte 4: caras nuevas

Bueno, lo primero, mis disculpas para quien nos lea (si es que lo hace alguien, si es así molaba que dejara algún comentario de vez en cuando que anima a escribir :P) por dejar esto abandonado tanto tiempo. El detalle es que no tuve tiempo; estuve jugando al baldur's gate 2 y normalmente hasta que me acabo un juego no dejo paso a otros divertimentos (a no ser quedar con colegas, claro está).

Lo segundo las disculpas para Berte; le dije que ayer a la noche iba a escribir la continuación de la historia y no pude hacerlo que me enredaron en el MSN. Así que intentaré escribir ahora más de lo que tenía pensado.

Y lo tercero, continuemos :)



El drow rebuscó en el cadáver del mago en busca de algo de utilidad. Pero lo único que encontró fue la ballesta y los dardos; no llevaba encima el libro de hechizos, y aunque lo llevase no le sería de mucha utilidad a Blaorith. Una vez más se sintió observado desde varios rincones. Habían pasado varias horas desde el comienzo de la competición y había conseguido familiarizarse con la sensación de tal forma que reconocía la situación exacta de cada punto de observación. Comenzó a limpiar su espada en las ropas del mago cuando notó una presencia. A escasos metros apareció otro drow al que no reconoció. No recordaba haberlo visto en ninguno de los días de encierro.

Era delgado y tenía colgada en el cinturón una fina espada. Llevaba el pelo revuelto y las ropas parecían no ofrecerle ninguna protección física; eran una simple camisa y unos pantalones; eso sí, ambos impolutos y sin ninguna arruga. Su postura en nada era amenazante; más bien parecía interesado. Blaorith al contrario estaba molesto por su aparición, ya que no sabía cuanto tiempo llevaba allí; posiblemente llegara en el fragor de la pelea y por eso no lo había sentido.

- ¿Qué quieres? Deberías estar buscando presas y no espiando a los desconocidos...

- Tenía curiosidad por conocerte. Eres Blaorith, si no me equivoco; y por lo que he visto parece que haces honor a la fama que te puso Graktaf.

- No me interesa lo que digas.

El desconocido hizo un gesto de sorpresa y de tristeza al mismo tiempo; fingido por supuesto.

- Oh, vaya, lo siento mucho. Supongo que es porque no me he presentado. Soy Montalbo Aravak, a tu servicio, Monti para los amigos. - dijo haciendo una reverencia. - Me gustaría avanzar contigo hasta el final de la competición.

Entre las virtudes de Blaorith no estaba la paciencia.

- Supongo que ya me escuchaste la primera vez que te dije que no me interesaba lo que hicieras.

- Oh, vamos, permite que desarrolle mi arte. - comenzó a dar saltitos acompasando sus palabras con si fueran una canción. - Esta competición era una oportunidad para mejorar mi obra, voy de aquí para allá buscando grandes historias. Y te auguro un gran destino, Blaorith el poderoso, si permites mi compañía aseguro que te harás famoso. - La frase acabó con la rodilla de Monti postrada en el suelo, los brazos en cruz y una ancha sonrisa en la cara.

Blaorith no pudo menos que sonreír ante lo ridículo de la situación. En los túneles de la Antípoda Oscura el peligro acechaba tras cada esquina. Para la competición se habían liberado criaturas (al menos orcos) en la zona. Los drows se atacaban entre ellos en un esfuerzo por mejorar su reputación y su valor. Y este elfo estaba cantando y haciendo cabriolas en una caverna en la que todavía crepitaban por las llamas doce cadáveres.

- Lo siento amigo, pero no me interesa. Trabajo mejor solo, y en este momento tengo que demostrar lo que puedo hacer. No puedo jugar contigo a los cuentos.

- Vamos, estoy versado en las artes arcanas, mis conjuros aunque no sean potentes pueden ser de ayuda. - desenvainó su fina espada con un gracioso gesto y lanzó dos estocadas volteando después la espada sobre su cabeza para dejarla a su espalda - Y mi habilidad como espadachín está más que probada.

Blaorith iba a replicar pero decidió ponerse en guardia cuando de la nada surgió otro drow, a escasos cinco metros. Iba ataviado como un mago, y de hecho pudo sentir que lo era. La lógica también lo indicaba; acababa de salir de una puerta dimensional. La mirada que le dirigió a Blaorith hizo que aferrase la espada con fuerza. La rimbombante voz de Monti se escucho una vez más:

- Oh, ahora aparece un mago. El poderoso Miradir hace acto de presencia, cuidado Blaorith, su familia es poderosa. Mosi'er es su apellido y su casa la primera. Pero un dicho popular dice que todo lo que sube tiene que bajar.

La mirada encolerizada del mago propició que el cantarín drow dijese unas palabras arcanas y desapareciese de la vista de ambos.

- Otro dicho popular dice que quien escapa a una batalla sobrevive a la siguiente. Adiós Blaorith, sigue mi consejo. Espero que nuestros caminos se crucen de nuevo.

Tras la desaparición de Monti el mago centró de nuevo su mirada en Blaorith. Con desdén se dirigió a él.

- Has sido comprado por mi querida madre. Acompáñame.

Tras quedarse observando unos segundos le llegó una orden telepática de Graktaf.

"Es cierto lo que dice, has sido comprado por la familia Mosi'er. Me has hecho rico, Blaorith, me alegro de haberte encontrado a pesar de que mataras a varios de mis hombres. Espero que no me guardes rencor por nada de lo sucedido en el viaje, pero por si acaso espero que no nos veamos en lo que te reste de vida."

Comenzó a caminar hacia el mago que le mostraba el más absoluto desprecio; casi le escupió las palabras antes de que entraran en la puerta dimensional.

- Recuerda tu posición bastardo, estás por debajo de mí y siempre lo estarás. Soy hijo de la matrona Mosi'er, y tú no eres más que un lacayo. No lo olvides nunca.

Sólo un pensamiento surcó la mente de Blaorith. "Me alegro de estar de vuelta en la sociedad drow. "

Monday, October 30, 2006

Santi: Valor

Esta vez soy un simple mensajero de una historia de Santi que me moló mogollón. A Santi no le cunde demasiado hacerse un blog, pero me dejó ponerlos si quería, así que voy a poner aunq sólo sea esta historia, que hace tiempo que no sale nada de aquí, y me parece interesante.

De pronto todos se marcharon, dejándome en aquella pequeña habitación, a solas con ella. La luz era tenue, tan sólo llegaba para poder acercarme a ella sin tropezar con las botellas de las que poco a poco habíamos ido dando cuenta. No sabía si quería hacerlo, prefería no pensarlo.

Hacía tiempo que me había planteado el dejarla, pero supongo que nunca había conseguido reunir el valor suficiente para mandarla a la mierda. Lo peor es que sabía que toda la culpa era mía.

Al principio, al poco de conocerla, todo había ido bien entre nosotros. Ella me daba un placer inmenso, que yo no había alcanzado con ninguna otra. Y me sentía mejor que nunca cuando ella me inundaba con su perfume.

Poco a poco, las cosas se fueron apagando, como siempre me pasaba. Traté en más de una ocasión de apartarla de mí. Quizás esta vez fuese la definitiva. Quizás la alejase de mi vida de una vez por todas. O quizás nada fuese a cambiar. Todo dependía del valor que reuniese en esta ocasión. Me senté en la cama, a su lado, y me puse a pensar en todo ello.

Finalmente me rendí. Asumí que ella era más fuerte de lo que yo sería nunca. Entreabrí los labios, la cogí fuerte, y la acerqué a mi boca.

Le di a aquella marihuana la mayor calada que mis ennegrecidos pulmones me habían permitido dar nunca. Me recosté, y me quedé dormido mientras ella se consumía en uno de los ceniceros que atestaban mi escritorio. Una vez más, ella había ganado.

Saturday, October 28, 2006

Señales de vida

Bueno, como cualquiera habrá podido ver, hace algún tiempo que no sale ninguna historia en el blog, así q este post es, esencialmente, para decir que al menos yo, intentaré seguir escribiendo cosas cuando pueda, sobre todo ahora que tengo internet en coruña. Es complicado, porque por culpa del CAP suelo vivir de día, es decir, madrugando, acostándome a horas prudentes y cosas así, lo cual reduce mucho mi horario "inspirado", pero bueno, siempre puedo pasarme a las drogas.
También decir que voy a comentarle a Santi si quiere colgar aquí sus historias. Son relatos pequeños, independientes, pero a mí me gustaron mucho. Por lo menos servirá pa darle un poquillo de vida a esto, y pa tenerlos colgados en internet, por si lo prefiere.
En fin, pues nada, a ver si Wilson y Dapal vuelven a las andadas pronto! (y lo mismo digo d todas las demás historias, q si hay tiempo pa jugar al Ogame hay tiempo para todo, vagos!!).