Wednesday, September 20, 2006

La Ley del Deuterio. Capítulo 8. Condiciones no pactadas.

Bueno, aquí tenemos el capítulo 8, después de un inoportuno apagón en mi casa, que afortunadamente se produjo justo después del preámbulo, cuando empezaba a escribir, xq sino me habría deprimido mogollón y habría mandado el capítulo a la mierda. Ahí os queda. Otra vez, me parece pequeño, pero ya tengo el 9 perfilado, con un pequeño guioncillo y tal, así q espero escribirlo en breve. Enga, no me enrollo más:

Cinty encendió el comunicador y marcó el número de contacto.
- Al habla MDM.
- Aquí Cinty. Tengo los dos paquetes encargados. Tengo también otro de regalo, no sé si tendrá destinatario, pero de momento lo conservo.
- No es necesario. No se te pagará por ello. Elíminalo. Los paquetes sin dirección no tienen sentido.
- Recibido. Estoy de camino. Llegaré en 10h32'23" al punto de reunión. Varias horas antes de lo previsto.
Cinty estaba satisfecha. Todo había salido tan bien que pensaba pedir un aumento en las condiciones pactadas. Al fin y al cabo había tenido que ser la concubina de aquel repugnante tabernero para que le hiciese creer a toda la parroquia que era su hija, q repentinamente había decidido prestar ayuda a su trabajador padre para poder irse a la capital.
- Habrías podido llegar antes. Se te ordenó que llegases lo antes posible. Eso es una reducción del 10% del precio pactado.
- ¡¿Qué?! ¡Eso no fue lo que pactamos!
Cinty se puso furiosa. ¿Le iban a quitar dinero?
- Yo decido las condiciones. Y decido que hacerme perder mi tiempo es un 10% de reducción. Tienes suerte de que has trabajado bien, y podríamos volver a necesitar tus servicios en un futuro, sino estarías muerta.
- ¿Pero sabes por lo que he tenido que pasar para conseguir a estos dos?
- Si no fuera porque yo te he proporcionado el paradero de la presa y has contado con la ayuda de mis hombres, tanto en el planeta como en la luna, no habrías conseguido nada.
- Eso no es cierto. Fuisteis vosotros quienes insistieron en hacerlo así, cuando claramente había formas mucho más sencillas de...
- ¿Quieres seguir perdiendo dinero? Si me haces perder mi tiempo, lo pagarás.
Cinty consiguió morderse la lengua. Estaba claro que nada de lo que dijese sería beneficioso.
- Podemos seguir bajando la cifra tanto como queramos. Si sigues tu viaje y llegas a destino, todos sadremos ganando. Si decides cancelarlo, y volver a la luna, te estaremos esperando. Tú perderás algo más que los paquetes, y nosotros obtendremos de igual forma lo que queremos. Tú decides si quieres salir ganando o perdiendo.
Así que se la querían jugar. Averiguaría la guarida de aquel hombre y lo mataría con sus propias manos, vaya que sí. Nadie le robaba su dinero. Ella siempre mantenía la palabra empeñada, y no pedía, exigía, lo mismo de sus clientes. Era la base del negocio.
- ...recibido. Una cosa más. ¿Qué ha sido de los dos tripulantes de esta nave?
- ¿A quién le importa? Pero muertos, ¿qué duda puede caber?. No pueden escapar de la luna. No quiero que me vuelvas a llamar hasta que hayas aterrizado. Corto.

Cinty lanzó el comunicador contra el suelo, presa de un ataque de furia. Lo encontraría, lo acorralaría, jugaría con él, haciéndole creer que podría escapar de ella, para ver su cara de desilusión cuando comprendiese que no tendría ninguna posibilidad de escapar con vida. Luego haría aquello para lo que la habían entrenado tan concienzudamente. Lo iría cortando poco a poco en pedacitos, sin que muriese todavía, para que pudiera ver cómo le arrancaba las entrañas y le cercenaba uno a unos sus órganos no vitales. Y, en contra de lo habitual, disfrutaría haciéndolo. Luego, finalmente, aquel maldito hijo de perra perdería la vida. Nadie se la jugaba a Cinthia Vax, y vivía para contarlo. Tan cierto como que era la mejor mercenaria de la galaxia.

La furia todavía inundaba su ser cuando entró nuevamente en la habitación de los rehenes. Yude ya estaba despierta, y se quedó mirándola, acobardada. Aquella chica no valía nada. A saber qué es lo que veían en ella para pagar lo que pagaban. Los dos militares posaron su vista en ella, expectantes. Cinty ni se dignó a mirarles. Cogió al sargento por la pechera y arrastró su musculoso cuerpo fuera de la habitación con sorprendente facilidad. Yude palideció.
- ¿Qué vas a hacer con él?
- Matarlo.

P.D.: Como le dije a Isma, un tributo a MDM tenía que haberlo en algún sitio :)

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3 Comments:

Blogger Simón said...

Mira que sois sádicos los dos: es raro el capítulo en el que no aparezca sangre, o se mencione :S

Al final voy a hacer una historia de ajedrecistas, para compensar vuestro espíritu gore xDDD

PD: Y me sigue enganchando la historia, aunque en este capítulo no avanzara demasiado :)

2:29 AM  
Blogger ismael said...

jajaja, EEEMEEEDEEEEEEEMEEEE!!! EEEMEEEEDEEEMEEEE!!!! :D:D:D. Mola, por fin aparece un villano :D:D. Pero ya estás tardando en poner la siguiente que esta se me hizo corta :D

4:22 AM  
Blogger ismael said...

jajaja, EEEMEEEDEEEEEEEMEEEE!!! EEEMEEEEDEEEMEEEE!!!! :D:D:D. Mola, por fin aparece un villano :D:D. Pero ya estás tardando en poner la siguiente que esta se me hizo corta :D

4:23 AM  

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