Monday, August 28, 2006

La Ley del Deuterio. Capítulo 5. Todo en familia

Bueno, he aquí el primer capítulo nuevo del blog, ya no copiado de nuestros blogs personales. A ver qué os parece :).

Dapal tardó unos instantes en conseguir cerrar la boca. El supuesto "paquete" que tenían que robar, era una bella joven, tez morena, pelo oscuro como el ébano, y ojos más oscuros aún, como 2 agujeros negros que absorbían todas las miradas que pudiesen posarse sobre ellos. Extrañamente, le resultaba familiar. Y no era el tipo de chica que frecuentase las mismas tabernas que él.
Mart se acercó a la parte trasera de la furgoneta, y la chica se lanzó a su cuello, abrazándolo, mientras empezaba a sollozar de alegría.
- Oh, papá, ¡has venido!

Dapal comenzó a rascarse la cabeza, intentando encuadrar sus confusos pensamientos. ¿Mart le había contratado para secuestrar a su propia hija? Y no es que el viejo quisiese obligar a la chica a acudir a una reunión familiar aunque no fuese navidad, la joven parecía estar esperándolo. ¿Y para qué habían tenido que matar a 8 hombres? ¿Para un reencuentro padre-hija? ¿Quién era el conductor? ¿El abuelo? ¿El tío? ¿Tal vez el marido? Era bastante mayor que la chica, pero cosas peores había visto. ¡Ay!, si tan sólo dejasen de tratarle como un imbécil y le explicasen un poco las cosas...
- Bueno, chicos, esta linda joven es mi hija, Yude, y éste gran hombre es su guardaspaldas personal, además de un viejo camarada, el sargento Zark. El chico es Dapal Molug y esta preciosidad es Cinty. Hay otro chico, lo conoceréis en la nave.
El viejo parecía feliz con el mundo, hasta había mencionado a Wilson sin aparente rencor. La joven apenas les dedicó una leve inclinación de cabeza, mientras el militar se cuadraba como un armario.
- Los amigos del general son siempre bienvenidos. Es un placer.

¿General? Como prosperaba la gente, un día borracho tirado en cualquier cantina, y al día siguiente general de un ejército. Dapal rió para sus adentros. Si ellos supieran a qué se dedicaban Wilson y él hace un tiempo, seguro que también se sorprendían.
- Bueno, "general", tal vez considere oportuno explicar a sus "amigos" un poco en qué consiste todo esto.
El viejo seguía sonriendo, indiferente a su sarcasmo, mirando a su hija como a un tesoro recuperado. Sí, tal vez en la cabeza del viejo todo fuese navidad, Dapal una especie de rey mago trayéndole algún presente y Cinty una virgen María de generoso pecho.
- No os interesa. Habéis sido contratados para un servicio, y se os pagará por él. Es todo lo que chusma como vosotros necesita saber.
Dapal se giró impertérrito hacia la voz que le acababa de responder. Después de una par de cantinas, y algunos ojos morados, había aprendido a no responder como el viejo Mart a las provocaciones. Yude, la hija del viejo, le estaba dedicando una mirada impregnada de un claro sentimiento de superioridad, sazonado con ciertas pizcas de repulsión.
La miró de arriba abajo, no con lujuria, sino con curiosidad. Sí, decididamente la conocía de algo. Espera, ¿ese ligero temblor en su mandíbula podría indicar miedo al "despiadado mercenario"? Dapal sonrió y se obligó a mirarla a los ojos evitando pensar en el tiempo que hacía que no yacía con una mujer.

- Ahora mismo tu vida vale para mí y mi socio 5000 créditos. No es tanto dinero. No tientes a tu suerte.
Dapal comprobó, siempre sin dejar de sonreir, como el temblor de la joven se intensificaba. Súbitamente recordó dónde la había visto antes. Algún pez gordo dentro de la junta gestora que gobernaba actualmente los planetas de la zona. Ministra de algo. En la nave lo consultaría. En los boletines de hologramas no parecía tan joven. Apenas sí tendría su edad.
- Hey, Dapal, relájate, sólo está un poco alterada, por la tensión del momento, no se lo tengas en cuenta. Yude, hija, estos chicos me han ayudado mucho para llevar a cabo toda la operación, deberías tratarlos con algo más de respeto. ¿Dónde están tus modales?
- Mis modales los reservo para la gente que se los merece.
- Hija única, ¿verdad?
- Eh... sí, Yude es mi única hija, ¿por?
- No, por nada...
Cinty soltó una risita. Parecía que la camarera también pensaba que la niña de papá era un poco repelente. Mientras, el guardaespaldas permanecía callado, con la mano en su empuñadura y la vista fija permanentemente en Dapal. Daba igual, no pretendía disparar a la chica, aunque se lo mereciese. Podía aguantar mucho más que eso por 5000 créditos, pero era tan divertido intimidar a los burócratas... Lo que le había sorprendido había sido la reacción del viejo. Hasta parecía haberse puesto de su parte. Tal vez tomase algo más que cervezas, tanta felicidad no era normal... ¿No debería estar con resaca?

Dapal volvió a la realidad y examinó los alrededores. No parecía haber ningún tipo de peligro, pero tampoco parecía prudente quedarse allí mucho tiempo. Había 8 cadáveres a sus pies. Cualquiera que pasase por allí se haría algunas preguntas, y la única explicación creíble era "sí, yo los he matado".
- Creo que deberíamos esconder mínimamente los cadáveres y marcharnos en cuanto podamos. Si tenemos tiempo me gustaría transportar el deuterio de la nave de la princesita a la nuestra, pero como no soy suficientemente válido para saber un detalle tan crítico, lo dejo en vuestras manos. Si nos vamos ya, los cuerpos pueden quedarse donde están, no deberíamos necesitar volver, a no ser que su alteza tenga su ajuar ahí dentro.
Yude bufó. No parecía haberle gustado su nuevo apodo.
- Sí, mi equipaje se encuentra en esa nave, al igual que el de Zark - se volvió hacia su padre -. Asesino, matón, sucio, ladrón, maleducado, pordiosero, papá, has contratado una joya.
- ¡Ay! Pues si supieses el resto de mis virtudes.
Cinty se carcajeó mientras Dapal levantaba las manos a ambos lados de su cabeza, dando a entender algo muy grande. ¡Ay, las niñas bien!. Si el viejo Mart no se ponía excesivamente protector, Wilson disfrutaría riéndose de ella. Y además se la haría, vaya que sí. Las niñas bien eran su especialidad. El joven se dirigió sonriente hacia el cadáver más cercano mientras oía otro bufido a sus espaldas.

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2 Comments:

Blogger Simón said...

Jajaja, qué "fina ironía". Como a Isma, aun os quedan bastantes incógnitas por responder, a ver qué va saliendo, mola :)

3:26 PM  
Blogger Alber said...

Jajajaja, si vieses, fue todo sin pensarlo, pero juer, es q cuando me di cuenta me vi en la frase anterior, con una niña pija hablando de las virtudes de uno de los protas. La situación pedía un "y tengo una tranca así" :P
Todo exigencias del guión, eh! :)

4:09 PM  

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